Capitulo 1 Temporada 2: AISLADOS
Nunca me importo nadie, nunca había llorado por otro ni
había sentido pena o compasión. Nunca había amado a nadie, yo era el único
protagonista de mi vida, los demás eran extras. Ni saludaba a nadie, ni
recordaba sus nombres, no atendía el teléfono ni contestaba mails. Vivía en una
isla, mi isla, y era el rey. Hasta que ella llegó y empezó a construir puentes.
Ella es el final de mi sufrimiento. Ella es la vida que cuida la vida. Ella fue
mi amor y mi aliada. Ella creó los lazos que me sacaron de mi aislamiento.
Ellos nos dieron amor sin pedir nada a cambio, y amándonos así nos enseñaron a
amar. Ellos nos enseñaron que amistad significa amar. Ellos fueron el espejo
que refleja nuestra mejor cara, la verdadera. Ellos nos perdonaron una y otra
vez. Y cada vez que fallemos, nos dieron una chance mas. Ellos nos dieron el
único lugar en la balsa, el último plato de comida, el único abrigo del frio.
Ellos nos dieron de todo y no pidieron nada. Ellos dieron su vida para que
nosotros le demos sentido a la nuestra. Ellos vinieron a un mundo oscuro, solo
para iluminarnos. Vinieron solo para sacarnos del abismo. Llego el momento de
ser aliados de nuestros aliados. Ahora nos toca liberarlos a ellos, porque sin
ellos somos nosotros los que estamos aislados.
Pero claro, llegar a ese lugar no fue nada fácil. El día que
apenas se llevaron a Venecia corrí a pedir ayuda.
Entendimos que se trataba de un ataque coordinado, algo
planeado, ¿pero cuál era ese plan? Pero todo era desconcierto, recién empezamos
a entender un poco cuando después de casi dos meses de encierro Maia pudo
escaparse. Ya no había dudas, todo había sido un plan perfectamente
sincronizado. Desde un principio el plan fue capturar y aislar a los seis seres
de luz y lo consiguieron.
Era cierto, no sabíamos dónde estaban, los tenían aislados
pero aún así el puente que nos unía seguía intacto. Una relación es verdadera
cuando nos modifica. Cuando tenés un aliado sabes que ya no hay forma de quedar
aislado. Dos aliados son mucho más que la suma de sus partes. El amigo que más
queremos es ese que conoce nuestras miserias y nos quiere a pesar de ellas. Un
aliado no habita en nuestros recuerdos, ni siquiera en nuestro corazón, habita
en nuestra alma, es nuestra alma. Hay un privilegio mayor que el de ser amado,
el de amar, eso me dio ella. Eso le debo. Yo era un hombre que no podía amar,
ahora no puedo vivir sin su amor.
Ellos cruzaron el universo y se hundieron en el abismo,
cruzaron el infierno solo para salvarnos incluso de nosotros mismo. Ellos
lloraron nuestros dolores y sanaron nuestras heridas. Despertaron nuestras
almas desde el interior de nuestras almas. Y vinieron a contarnos que el
universo entero cabe en un abrazo.
El plan era simple, primero había que descubrir a dónde lo
tenían.
Hace un año esta foto hubiera sido imposible. Manuel y Maia
intentando juntos hackear una red, otra foto improbable. Hay encuentros,
redenciones o perdones que un año atrás eran impensados. Fue gracias a ellos
que comenzamos a sanar. Buscándolos a ellos estamos siguiendo el camino que nos
abrieron. En realidad nos buscamos a nosotros mismos.
Yo extraño a Venecia, su aroma, su sonrisa, sus ganas de
ponerme siempre frente al problema, sus labios, su amor. Hoy, nos reconocemos
en ellos. Azul es Luz y Luz es Azul. Sin ellos ya no somos nosotros. Con ellos
nos animamos a mirarnos el espejo, con ellos nos animamos a vencer el miedo.
Ellos aislaron nuestra soledad, aislaron nuestro dolor. Ellos nos enseñaron a
ver otra vida dentro de la vida. Somos los mismos pero somos distintos.
Un aliado siempre trae un mensaje. Ya teníamos el mensaje,
ahora debíamos interpretarlo. Ya sabíamos lo más importante para avanzar, hacía
dónde ir. Ya no hay vuelta atrás, ya sabemos dónde están y hacía allá vamos. A
rescatarlos. Podrán tenerlos encerrados, separarnos, asustados y confundidos.
Pero no estas aislados si hay alguien que piensa en vos. Porque un aliado es lo
opuesto a estar aislado. Un aliado es el que se va al fin del mundo y más allá
a rescatarlo.
Capítulo 2: SUPERPODERES
Azul tiene la habilidad de hacerse notar y eso a veces eso
puede ser un don. No es que eso precisamente sea un poder, pero bien usado para
una causa noble es un DON.
Saber y poder no son sinónimos pero podrían serlo porque si
lo sabes hacer lo podes hacer.
Pero para poder no alcanza con saber, también hay que deber.
Si algo bueno tiene la necesidad es que nos pude volver muy poderosos. Hay una
papel que barre con todos los no puedo, la disciplina. La disciplina es el arte
de dominar cualquier arte.
La disciplina, la constancia y el esfuerzo es fe que lo
imposible se puede volver posible.
Es verdad que hay gente que nace con un don innato o con
recursos naturaleza para alguna cosa, pero toda habilidad requiere de esfuerzo,
dedicación y mucha practica.
En general uno puede lograr casi todo cuando de eso depende
tu vida. Porque cuando tu vida esta en juego no te preguntas si podes o no,
sencillamente haces lo que tenés que hacer.
Poder depende en gran medida de querer poder, de tener el
deseo de poder lograrlo.
Dicen que hay gente que ha levantado un auto con sus manos
para salvar a un ser querido. O personas que han cruzado un rio nadando.
Algunos se curan de enfermedades incurables. Otros sobrevivieron a campos de
concentración sostenidos por el recuerdo de sus afectos. La historia esta llena
de prodigios, de milagros. En todos esos prodigios, los que los vuelve
superpoderosos, siempre es el amor. Es el amor el que te impulsa a correr, a
abrir puertas, a correr juntos. Ahora nadie se está preguntando si puede o no,
simplemente, estamos haciéndolo.
No importa si se trata de salvar tu vida, lograr ese pequeño
sueño, o conseguir una cita con la chica que tanto te gusta. Cuando algo te
importa mucho, el deseo te vuelve superpoderoso.
El deseo te impulsa. El deseo te saca de la inercia. Te
despierta, te empodera. Lo imposible es mucha veces eso que todavía nunca
intestaste.
Lo que hace superpoderoso a superman no es que pueda volar,
sino lo poderosos que son sus enemigos. La medida de una habilidad es a las
dificultades a las que se enfrenta.
Lo mejor de descubrir tu poder es que dejas de quejarte,
para que querrías tener superpoderes si no tuvieras dificultades que enfrentar.
¿No?
Si lo hiciste una vez lo podes hacer dos, si una vez que
descubriste de qué sos capaz, el cielo es el limite.
Cuando aprendes a confiar en vos mismo, en tus capacidades,
cuando descubrís que si queres podes, desaparecen tus dudas, tus temores. Ya no
te detenes a pensar si podes o no, simplemente lo haces.
Los superhéroes no se andan preguntando si puede volar, hacerse
invisible o levantar un camión, simplemente lo hacen. Tampoco esperan a no
tener miedo, simplemente lo hacen, aunque con miedo.
Y una vez que descubrís cual es el poder y cómo funciona, de
lo único que te tenés que preocupar es de tu debilidad.
Todo superhéroe tiene su kriptonita, eso que lo hace
vulnerable. Conocer tu debilidad, es más útil que conocer tus superpoderes. Te
recuerda que incluso hasta el más poderoso tiene algo contra lo que no puede.
Capítulo 3: “El hijo del presidente”
De papá, todo es de papá, no importa quién seas importa hijo
de quién sos. El hijo de papá hace y dice lo que quiere porque de última viene
papá y paga los platos rotos.
La vida es una ruleta y hay pocos números ganadores, seguro
que vas a perder salvo que seas un príncipe o el hijo del presidente.
Si existiera la cigüeña yo me haría un guiso de cigüeña
porque ella es la culpable de todo. Depende de dónde te deje, tu vida va a ser
buena o un infierno.
Pero si no sos hija del rey hay otra manera de ser princesa..
casarte con un príncipe.
En la vida nada es real, todo es virtual, depende del
vestido que te pongas la fiesta a la que podes entrar.
Todo depende de qué pieza te toco ser del ajedrez, si te
toco ser reina o si te tocó ser peón tu vida va a ser muy distinta.
Lo sueños y los deseos son engaños para que por un rato te
sientas una princesa y te olvides que sos cenicienta. Pero tarde o temprano se
hacen las 12 y el vestido son trapos.
Todos somos el dibujo de un pintor, alguien decide qué lugar
vamos a ocupar dentro de la pintura.
En la vida hay dos clases de personas, actores y
espectadores a uno le pasa todo lo bueno, los otros, miramos.
La libertad es una ilusión nadie hace lo quiere, ni siquiera
lo que puede. Todos hacemos lo que otros quieren.
Estoy harta que las miradas se la lleven otros, que el amor
sea para otros, que la felicidad sea para otros.
El mundo es de los otros. Pero no, eso que está ahí y parece
al alcance de las manos jamás lo vamos a tener.
Los privilegiados, los elegís, nunca pierden.
¿Estas cansada de ser una espectadora? Andá y se
protagonista. ¿Querés algo? Peleá por eso. No sos la casa donde naciste, sos la
casa dónde vos construyas. Vos no sos los padres que te tocaron, son los
aliados que vos elegís. Rompé ese espejo que te devuelve esa misma imagen de
vos, elegí ser otra, poder elegir eso es mucho más que un privilegio. Vos no
sos tu destino, sos el camino que vos mismo te abrís. Hasta el hijo del
presidente sufre, teme y necesita lo mismo que vos. No hay privilegiados, hay
privilegios. Y al privilegio del amor todos tenemos acceso.
Capítulo 4: “LA SEQUÍA”
Y sí somos todos giles, valoramos las cosas que no tenemos.
¿O no es de giles valorar el agua? Valorar el agua cuando vivís en un desierto
es fácil vivís pensando en eso que te falta, deseándolo, te acostumbras a
desear. La falta de agua en el desierto produce espejismos, te hace ver agua
donde no la hay. La sequia es un baño de realidad, viene y te dice vení chabón
no des nada por sentado.
Ser un seco puede ser que te falte guita o simpatía, en la
sequia siempre algo te falta. Eso que derrochabas ahora te falta. Eso sin lo
que no podes vivir ahora te falta, eso es la sequía. Pero cuando naces en el
desierto, como yo, le das valor a cada gota de agua, porque sabes que hay
pocas, porque son como la felicidad se agota. Los que estamos acostumbrados con
la sequia no nos ponemos a festejar con un chaparrón.
Lo peor que te falte algo que tenias fácil, no es que te
falte, sino que te das cuenta que no sabes como conseguirlo. En cambio, los que
siempre la tenemos difícil, tenemos el lomo más curtido. Estamos igual de secos
pero al menos no nos decepcionamos tanto porque no esperamos tanto. El agua es
como la libertad o como la seguridad, vale que te falte un instante para
valorarla.
Que te falte el agua es como que te falte el amor, no solo
lo extrañas sino que te das cuenta que no podes vivir sin el. Nací y crecí en
la sequia, se muy bien como duele lo que te falta. Por eso mismo se cortan las
cosas a tiempo, para que algo no duela cuando falte. Para que el día que te
corten el chorro no te pongas a llorar como un nene, lo mejor es no soñar, no
ilusionarse, no confiar. Para que no te joda cuando te llegue la sequia, lo
mejor es vivir en la sequia. Para que no te duela la falta de amor, lo mejor es
no enamorar. Si ya se, elegir, pero duele menos.
Capitulo 5: “Inconscientes”
Le tenemos miedo a lo inesperado, a los cambios, a eso que
de pronto cambia la vida. Pero en realidad, la peor tragedia de la vida es eso
que se repite sin cesar.
¿Cuantas veces vamos a repetir lo mismo? Cuando alguien se
expone a un peligro una y otra vez decimos que es un inconsciente. Pero,
¿Inconsciente de qué?
Nos gusta volver a escuchar la música que amamos, o comer
nuestra comida preferida, repetimos lo que nos gusta. Pero por alguna razón
también repetimos lo que nos hace mal.
Estamos dormido, viviendo de memoria, viviendo lo mismo día
tras día. Como un disco rayado. Hasta que un día algo o alguien nos cambia la
perspectiva. Muchos creen que no ser consiente es una forma de viajar liviano.
La conciencia es una forma de responsabilidad.
Sin darnos cuenta vamos creando las condiciones para que
vuelva a ocurrir eso que nos hace tan mal. Pero, ¿por qué lo hacemos?
Cuando sos chico no sos consiente a los peligros que te
expones.
Esa es la diferencia entre chicos y adultos, la inconciente
ante el peligro. Cuando sos grande sos el responsable de caer una y otra vez en
la misma trampa.
Lo inconsciente no es lo que nos podemos ver, sino, lo que
no queremos ver. Hay algo que tenemos en común todos los seres humanos, todos
tenemos algo que no queremos ver.
La inconsciencia es un bálsamo, estar consiente, estar
despierto es una tarea compleja. Estar despierto es agotador, es por eso que
todo el tiempo nos refugiamos en la cálida y cómoda inconsciencia.
A veces estamos tan dormido que si viniera alguien a
decirnos “Hey, estas otra vez cometiendo otra vez el mismo error” pensaríamos
que está loco. El secreto de la inconsciencia es no ver lo evidente. Y ahí
estoy otra vez, dando una pelea que no es la mía.
¿Que pasaría si despertaras? ¿qué pasaría?
Esa fuerza poderosa que nos lleva a repetir una y otra vez
lo que nos lastima, algo quiere. ¿pero qué?
Nuestros inconsciente es una caverna oscuras, iluminada cada
tanto por un destello, por nuestro miedo. Por todo aquello que no queremos
enfrentar.
Despertar es abrir los ojos al abismo que suele ser la vida,
es por eso que todos preferimos guardar esa verdad en la más hermética
inconciencia. Pero a pesar del gran esfuerzo que hacemos para no despertar a
veces la vida no nos deja escapatoria. A veces la vida nos encierra en un
callejón sin salida y no nos deja otra opción más que abrir los ojos. Ya está,
la vida te despertó de un cachetazo. Y eso ocurre, a veces ocurre. Y ahora ¿qué
vas a hacer?
Sabemos como liderar con la frivolidad de la mentira pero
casi nadie esta dispuesto a enfrentar la crudeza de la verdad. Es por eso casi
siempre, casi siempre la primera reacción es correr, huir, escaparse de la
verdad.
Tal vez tenemos miedo de despertar porque ese despertar
podría ser violento. Quizá el miedo sea liberar a ese ser reprimido y pisoteado
durante tanto tiempo.
Quizá lo que queremos mantener dormido a ese otro que sufre
en silencio a cualquier precio. Y de pronto te encontras otra vez en la misma
escena, haciendo lo mismo de siempre y te preguntas cómo llegue acá. ¿Cómo?
Tratando de no despertar.
La vida te va a presentar oportunidades para despertar, para
seguir inconsciente. Ya es tu responsabilidad tomar una o la otra.
Despertar no es placentero, ni divertido ni alegre.
Solamente es real. Ser consiente no es algo sencillo ni nadie te asegura que
podrás manejarlo. Despertar es crudo, duro y caótico. El verdadero despertar,
es como despertar tras una pesadilla. Con un grito, agitados, y con la firme
decisión de salir de ese mundo tortuoso. No es fácil, es duro, angustiante y
aterrador y esta lleno de faltas decisiones y ante esa decisión estas solo.
Una sola cosa es segura tras el despertar, no hay vuelta
atrás.
Capitulo 6: “Lo que
siento”
Al expresar lo que
pensamos, hay palabras. Para comunicar lo que queremos, hay palabras. Hay
palabras para todo, menos para expresar lo que sentimos.
A veces no queres sentir lo que sentís, y la única manera de
tapar un sentimiento es con otro más fuerte.
Te aturdis, te llenas de ruido para no escuchar eso que
sentís y que no podes pronunciar.
Solo uno conoce la naturaleza de lo que siente y qué sería
capaz de enmascararlo.
Nada habla más de lo que sentís que lo que no podes decir.
Pero eso que sentimos, seguirá estando ahí cuando baje la
espuma de la evasión.
La compulsión, ese impulso autodestructivo, siempre esta
ahí, agazapado. Rondando como un cuervo. Olfatean el olor sobre una herida
abierta, y sobrevuelan sobre vos. Listo para atacar. Huelen tu miedo, tu
ignorancia.
La recaída es una falsa medicina para una falsa enfermedad.
Es un intento para tapar con toda costa ese dolor que no se fue. De que sirven
todos los esfuerzos por dejar atrás el dolor, si tus piernas son de piedra y el
dolor siempre te alcanza.
La causa de la recaída es la intolerancia al dolor, la misma
herida de siempre vuelve a abrirse y uno vuelve a la solución conocido.
Pero el sentir, es sentir, demasiado.
Recaer no significa ser débil, sino que el dolor recrudeció.
Porque eso es lo que define, lo que hacemos y lo que hacemos
con lo que sentimos.
Las adicciones son falsos remedios que calman por un tiempo
el dolor. Dolor que no cesará hasta que no pase el dolor.
Porque ese el que sos, debajo de todo lo que haces para
tapar tu dolor y en medio de la confusión eso que sentís, ese sos.
El miedo, los temores excesivos, son la anticipación de
todos los dolores que podrías llegar a tener. Temer, es presentir, es sentir
antes de tiempo.
Somos lo que sentimos, si sentimos odio y resentimiento,
somos odio y resentimiento.
Es muy difícil poner en palabras el dolor profundo. Pero
paradójicamente, ese dolor puede ser aliviado con palabras.
Todo trauma es hijo de otro trauma y a veces hay que ir a
curar el dolor muy atrás en el tiempo. Para llegar a ellos hay que atravesar la
anestesia emocional. Las heridas profundas, eso que es indecible, es lo único
que el tiempo que todo lo cura no puede curar.
Esos dolores atávicos, heredados y legados permanecen en el
tiempo y se vuelven cada vez mas intensos. Los dolores traumáticos no conocen
analgésicos solo se pueden aliviar cuando entendes eso que sentís.
Son sentires muy humanos que atraviesan por la mitad a victimas
y a victimarios. Nos alivia que hay un lugar en nuestra alma en la que podemos
guardar los dolores, un lugar en que aquellos que sentimos no dolerá tanto.
Pero no existe ese lugar donde guardar los dolores, ni
placebo que lo calme, solo hay bocas, brazos, manos y ojos para expresar lo que
siente. El dolor es un corazón en carne viva que solo se podrá curar cuando
pueda ser dicho.
Capitulo 7: “Madre, Padre, Tutor o Encargado”
Padrinos, es algo que nunca tuve. En realidad, nunca tuve
nada. Padrinos, ni madre, ni padre, tutor ni encargado. Al principio cuando
naces sos el hijo de alguien.
Tu nombre es importante porque te dice quien sos, pero tu
apellido también porque te dice de dónde venís.
Tu nombre, tu apellido, de quién sos hijo, quién es tu
hermano, o padre de quién sos es importante porque te dicen quién sos. El día
que te vayas van a poder decir quién fui.
Cuando no tenes apellido te vas volviendo invisible y mudo,
no podes decir quién sos y nadie te nombra.
Cuando un hijo busca ser reconocido por un padre todo el
mundo piensa que va por la guita, y puede ser, porque uno necesita sentir que
vale algo.
El bautismo es como que te den el carnet del club, te dan la
bienvenido, sin eso uno se siente que esta de prestado en todos lados. Te
sentís un colado en tu propia vida. Es como un país, sin historia, no hay país.
Tener nombre pero no apellido, es una esquina con una calle.
Si no sabes las dos calles vas a estar perdido. Un apellido es una dirección
exacta, te dicen bienvenido este sos vos y esta es tu historia. Sigo siendo una
esquina de una sola calle.
Cuando sos el hijo de tal, el nieto o sobrino de tal, nunca
vas a estar solo y eso sí es una fiesta.
Podes cambiar todo en tu vida, tu aspecto, tu color de pelo,
incluso tu apellido. Pero hay cosas que nunca cambia, y eso, es la identidad.
Es como un actor que se cree el personaje, te dicen sos un
pobre pibe que vales menos que la basura o sos re millonario y vos te lo crees.
¿eso es la identidad?
La identidad es la suma de quién te toco ser y de quién te
convertiste. Una mezcla de lo que queres mostrar y de lo qué realmente sos. Esa
es la identidad.
La identidad, es eso que nos duele a todos aquellos que no
tienen apellido.
Tu identidad, es todo lo que sos, pero también, todo lo que
no sos. Es la familia que tenes, y la que no tenes, la que te falta. Eso,
también sos.
La identidad no se trata de tener, se trata de saber, sea lo
sea saberlo.
Que te mientan sobre tu origen es como no tener ni nombre ni
apellido, es como que no sos nadie, no existis.
La identidad es también que alguien quiere que existas, que
estes en su vida.
La identidad es que al final puedan poner tu nombre en la
tumba y decir quién fuiste.
La mentira, el silencio sobre tu identidad, te lleva a la
pregunta más difícil de responder ¿quíen soy? O la pregunta más triste ¿quién
me quiere?
La verdad, te lleva a la libertad. Ya no estoy solo, ahora
tengo un hermano, madre, padre, tutor y encargado ya no soy una esquina de una
sola calle. Ahora tengo nombre y apellido: ahora soy Manuel Uriarte.
Lo más importante de la identidad es que los demás pueden
reconocerte, quien sos y quien no sos.
Capitulo 8: “El Renacimiento”
Y de repente, así como a veces un sueño nos ayuda a
despertar, la muerte nos ayuda a renacer.
Todo es muy real, hasta que despertamos. Ahí nos damos
cuenta de que estábamos soñando.
De la misma manera que comprendemos al despertar que estamos
soñando comprendemos que estamos muertos cuando renacemos.
Eso hace el amor, el amor real, nos sacude de la muerte en
vida. El problema de la muerte, es un problema de los vivos. Porque con esa
muerte, algo de ellos, también tiene que morir. Renacer es como la verdad,
junto a ella la mentira es una falsa ridícula.
Renacer, no es mas que una nueva chance, la posibilidad de
una nueva vida en la vida.
Renacer es un despertar de los sentidos a otra dimensión. No
se percibe nada nuevo sino lo que siempre estuvo ahí y no se ve.
En arte se llamó renacimiento al rescate de la cultura
clásica griega. Lo nuevo fue la mirada y eso fue un despertar. El despertar no
es a la vida es en la vida.
Hay una diferencia entre revivir y renacer. Alguien que
murió puede revivir, alguien que se sintió morir con ese que murió puede
renacer.
No sorprende que en seres tan paradójicos muchas veces
cuando más despiertos están es cuando sueñan.
No es necesario morir para renacer, sino perderle el miedo a
la muerte. Se nace llorando y se renace llorando. El despertar arrasa con el
amor platónico, es otra forma de renacer.
Despertar no es cómodo ni placentero. Es solo real.
Entonces, cuando alguien despertó, ya no hay más muerte ni miedo ni
desesperación. No hay más dualidad, ni engaños ni espejismos.
Solo hay amor y vida, es decir, inmortalidad.
Capitulo 9: “ Un mundo Ajeno”
Los humanos viven forzándose para que nada cambie. Corren,
sufren, y hasta van a la guerra para que la vida que tienen siga siempre igual.
Pero, el cambio, es la esencia de la vida.
Desde el preciso momento en que son concebido los seres
humanos son puro cambio, y sin embargo, es lo que más loa angustia, los
cambios. Lo que no permanece inalterable.
El planeta en el que viven gira en su eje permanentemente y
con este movimiento todo cambia, el clima, la noche, el día, las mareas, la
vida.
Pero los humanos lo sufren, porque cada cambio los hace
sentir que están en un mundo desconocido y, por lo tanto, ajeno.
Pero ¿cuál es la razón por la cual los humanos se rehúsan a
los cambios? Los cambios sacan a los hombres al mundo que dominan y lo llevan
al otro inexplorado. El verdadero temor no es al cambio, sino a lo desconocido.
La nostalgia es el duelo por un mundo que ya no existe,
lloran por un mundo que no pudieron apresar y ya cambió.
Hay algo que angustia más que los cambios y lo desconocido,
lo repetido, lo mismo de siempre eso que nunca cambia.
Nunca creas que sebes todo, porque el cambio es la
naturaleza humana.
Solo hay dos posibilidades ante el cambio: negarlo o cambiar
con él. Lo que no puede hacerse es detenerlo.
¿O no vinimos a eso? A cambiarlos, a cambiar? Y el cambio
tiene vida propia. Se abre camino. El cambio, cambia en sí mismo.
Ustedes están convencidas de que la gente en el fondo no
cambia. De que eso que son en esencia siempre seguirá igual. Bueno, les tengo
una noticia no solo se puede cambiar sino que van a cambiar. Están cambiando en
este momento lo quieran o no. Y cada instante es una oportunidad para que ese
cambio que va a ocurrir si o si sea positivo para vos.
Y si el cambio es positivo para vos lo será para tu mundo
también, porque tu mundo está cambiando segundo a segundo con vos. Si algo
vive, esta cambiando y nadie sale igual de un encuentro. Así como nosotros
vinimos a modificarlos y salimos modificados. Porque si no salís modificado es
porque no viviste.
Ni las piedras quedan inalterables en este mundo. Los
cambios no son buenos ni malos pero pueden hacernos buenos o malos. Eso, es lo
único que sí esta en sus mundos. Y aun cuando parezca que siempre es el mismo
invierno siempre habrá un rayito de sol que te diga que el cambio está
ocurriendo. Siempre, está ocurriendo. Estas cambiando vos, nosotros y el mundo
y cuando vuelvas a abrir los ojos vas a estar en un mundo ajeno. No intentes
apresar, cuando te vayas tu mundo habrá cambiando y espero que aún para mejor.
Capitulo 10: “La decisión”
Somos nosotros los que llegamos a la verdad o es ella la que
llega a nosotros. De cualquier manera lo que se interpone entre nosotros y la
verdad es una decisión.
La mayoría de las veces, eso que tanto queremos saber, esta
ahí al alcance de nuestras manos. Si esta ahí, si es tan accesible ¿porque
seguimos deambulando en la ignorancia? ¿es falta de interés o cobardía? ¿ qué
nos hace preferir el silencio o la mentira? Se puede vivir toda una vida
caminando por el filo de la verdad o se puede ir directo a ella, solo es una
decisión.
Llegar a ella o dejar que ella llegue a nosotros, la verdad
es una decisión. Una decisión que nos cuesta mucho tomar. Porque razón no
corremos ese velo que nos impide ver la verdad, ¿de qué nos protege esa
ceguera?¿Qué clase de peligro es la verdad? Que para proteger a alguien tenemos
que mentir.La verdad nos rodea con contundencia, nos atiborra de señales
elocuentes. No se trata de querer verla sino de quererlo. La verdad está ahí,
siempre está ahí, al alcance de tu mano. Entre vos y ella no se interpone más
que una decisión. Qué es ese temor escuchar o decir la verdad ¿qué tenemos
perder? La verdad te saca de un mundo y te lleva a otro. Tal vez la resistencia
a la verdad se deba a que luego de ella no se puede volver a atrás. La verdad
te vacía de excusa y no te deja otra alternativa más que hacerte cargo.
La verdad es una elección y como en toda elección se pierde
y gana. La mentira es aferrarse a lo que no se quiere perder. La verdad desaloja
de mentira que se instalo en tu vida y que vive con vos como si fuera un
miembro de tu familia. La verdad es una medicina amarga cuesta tragarla pero te
cura. La verdad es incómoda, fría y árida. La verdad te quita sobre todo
ilusión pero te transforma en algo más verdadero.
La verdad no se parece a ninguna especulación. No promete
finales felices ni noticias complacientes, solo te asegura verdad el suelo más
firme para construir lo que sea. La adultez es dejar atrás los caprichos
infantiles y aceptar la vida como es, es hacerse cargo. Y el camino a la
adultez es la verdad. La mentira o el silencio te hunden en las arenas
movedizas de la especulación. La verdad en cambio, te deja un solo camino por
delante: la acción.
La verdad es lo opuesto a la ignorancia, es el combustible
para avanzar. La verdad es una luz contundente a los que los fantasmas de las
cavitaciones retroceden. Una vida verdadera es tener opciones, es poder
elegirlo y hacerlo.
Mentir es mentirse, decir la verdad es ser la verdad, es vivir
de verdad y es una elección. Una decisión que asusta porque es elegir perder.
Perder la ilusión, perder todo aquello que quisiéramos que la vida fuera,
perder ambiciones, comodidades y distracciones. Perder esperanzas y sueños es
perder todos ese consuelo que nos inventamos por temor a que doliera la verdad.
La verdad es soltar amarras y nadar en un mar de libertad.
Capitulo 11: “La ceguera de cupido”
En la hora más cruel, en el invierno más desesperanzado,
siempre hay un refugio. Cuando la vida se vuelve una amenaza constante, una
noche oscura, siempre hay un faro. Cuando todo se vuelve un sin sentido siempre
hay al menos una razón para seguir. Cuando se secaron todas las tierras y no
hay lujos, ni viajes ni autos importados. Cuando ya ni siquiera hay exotismo
para edulcorar la vida para que no sea insípida, aún ahí hay algo con valor.
Esa guerra que parecía lejana llegó. No es que estamos cerca, estamos en ella.
En el corazón de la guerra. La guerra de los dioses en lo que está en juego es
mas que dinero, tierra o poder. Son sus almas las que están en juego.
Cuando todo huele a despedida y solo parece que queda un
único amanecer solo hay un lugar en donde quisiéramos estar. De esas nos hablan
esas parejas que son halladas muertas fundidas en un abrazo bajo los escombros
de un derrumbe. Los único que nos llevamos de este mundo es amor. Pero que es
eso que llamamos amor y que cada vez que queremos aprender se nos escurre como
arena entre los dedos. Que clase de lenguaje es el amor en el que aún hablando
el mismo idioma cuesta tanto entenderlo. Poderoso dios es el amor que con un
simple disparo de una fecha hace un niño a un hombre y de su capricho una
ilusión. El amor no es un ítem más en la lista de lo que te hace feliz sino
cómo cuidas eso que te hace feliz. En el camino del amor el primer paso es el
amor por una mismo. Solo aquellos que se aman a si mismo están invitados a la
fiesta del amor. Y llenos de amor por nosotros mismos, enamorados, vamos en
búsqueda de otro a quien amar más que a nosotros mismos.
El amor se trata de dar, dar todo, dar de sí y sobre todo
dar las gracias. Es por la mirada del enamorado por la que se puede advertirse
el amor. El que ama mira a su amado como queriéndose llenar del otro. Y con esa
sensación de que nadie más que él ve lo que ve el amor es belleza que enamora.
Dicen que el amor es ciego por eso para amar como para besar
hay que cerrar los ojos. Dicen que el universo cabe en un abrazo y es verdad.
El amor es un abrazo, es el encuentro de dos mundos. El amor ese primer beso
que nadie te enseña a dar. Pasamos mucho tiempo preguntándolos si lo que
sentimos es amor. Es simple, si lo que queres es cambiar al otro no lo es, si
lo que queres es cambiar por el otro es amor. Sabrás que es amor cuando cada
beso sea un reencuentro porque el amor en definitiva es eso es el reencuentro
entre el cielo y la tierra. El amor no es cielo, los ciegos somos nosotros, el
amor ve con claridad ve. Y el amor ve aquello que nosotros no y se vuelve
certeza. Esta hecho del suave dolor de la renuncia, de perseverancia y
determinación, de coraje y valor. Esta hecho de pasión y fuego. También de
dolor e imposibilidad. Esta hecho de opuestos y de complicidad. De sorpresa y
reivindicación. Y sobre todo, el amor esta hecho de inocencia. No, no es ciego
el amor el amor ama precisamente a quien necesitamos amar a ese que va a
transformar nuestras vidas. El amor no es ciego pero nos enceguece porque una
vez que lo conocimos ese amor es lo único que nos puede hacer sentirnos vivos.
Nos da coraje pero también nos da desesperación la idea de perderlo. Amar
incluye la crueldad de tener que dejar ir. Amar a veces es una ilusión
condenada a la desilusión ahí vas a conocer al enamorado. Porque el amor ciego
ese que duele se convierte en el aire que respiramos. Buscá de toda gran
destrucción y vas a encontrar a un hombre, un hombre lleno de amor.
Capitulo 12: “Solo un sueño”
En este planeta confuso nombran a la actividad celebrar
durante el descanso con la misma palabra que utilizan para los deseos: sueños.
Sueño y deseo son lo mismo, el anhelo de algo que no se tiene. La única
diferencia entre sueño y deseo es que para soñar hay que dormirse y para
alcanzar los deseos hay que despertar. Sueño y deseos también tienen en común
cierto grado de inconciencia. Tanto el que sueña que vuela como el que desea
cosas casi imposible de alcanzar debe forzar la realidad y correr los límites.
Nadie sueña con lo posible, lo fácil. Un deseo implica riesgo, dificultad.
Soñar no es para cobardes. Algo soñado, es algo muy deseado y muy difícil de
obtener. Y así, los humanos van de insatisfacción a insatisfacción. A veces la
vida soñada comienza cuando se deja de soñar, cuando se abre una ventana y se
sale a la vida: a despertar.
Los sueños no tienen nada que ver la duda, el que desea no
duda. La duda, es solo culpa que es el reverso del deseo. A lo largo de la
historia humana, las religiones, instituciones, los dogmas han atacado
directamente los sueños diciéndole a las personas que desear esta mal. Atacan
los sueños porque saben que el desea es indomable. El deseo libera una fuerza
irrefrenable. La potencia de los sueños es que tiene una fuerza capaz de
modificar la realidad. Los humanos son el campo de batalla entre sus deseos y
realidad. Una fuerza interior potente desea el mundo exterior hostil se opone.
Desear, desear con fuerza, con ilusión no es garantía de
alcanzar los sueños. La frustración es una posibilidad. Desear es abrazar la
posibilidad de la frustración, aceptar que nadie gana siempre ni nada pierde
siempre. El sueño dorado y la pesadilla más oscura también tiene su final.
Cuando el sueño de desvanece, la realidad se impone con su certeza más cruel.
La vida, observada sin el cristal de sueños, es oscura y fría. Todo se vuelve
un páramo árida, la desilusión de un sueño frustrado es desabrida. Pero por más
adverso y duro que se muestre el mundo exterior nada puede con la fuerza más fuerte:
el deseos. Porque el deseo tiene la capacidad de renacer de las cenizas mismas
de la frustración. Se puede renunciar al sueño pero es imposible dejar de
soñar. El deseo nunca muere. El deseo no muere, no cambia, no claudica. El
deseo solo crece, lo aumenta su tensión. Creen que sueña como si fuera una
acción voluntaria, nadie elige soñar ni qué soñar. El sueño se impone. Cuando
sueñan no dudan que eso que sueñan es real. Pero tampoco ponen en duda la
realidad cuando están despiertos. Si en sueños creen que la realidad más
disparatada es real porque no piensan que la realidad más real es un disparate.
Porque aceptan algo como real si en definitiva todo es sueño, todo es ilusión.
Incluso la realidad que se ve tan ferria y solida es solo una ilusión. Y el
sueño más onírico es realidad, sueño y realidad están fundidos. Y la vida es
solo eso, solo un sueño y el que si quisieras podes levantar tus brazos y
volar.
Capitulo 13: “Jaque mate”
Planeas, pensas y organizas tu juego. Avanzas, intentas por
un lado por el otro. Pero también el enemigo planea, organiza y avanza. Es una
lucha afiebrada donde cada banda mueve sus piezas con un único objetivo. Para
destruir al enemigo alcanza con capturar a su reina y hacerle jaque al rey.
Las piezas del ajedrez se usan, se guardan y se vuelven a
usar. En la vida, cada pieza que se pierde se pierde para siempre. No es la
fuerza del ejército la que te hace ganar si la astucia con la que se mueve las
piezas para acorralar al enemigo. La mejor jugada de ajedrez es esa que no le
deja escapatoria a su adversario. La peor jugada de ajedrez es esa en la que
descuidas a la reina.
Todo puede cambiar de repente, sacrificas una pieza moves
otra. El alfil se desplaza en diagonal, capturas a la reina y jaque.
En el ajedrez todo depende de la anticipación. Pensar todas
las jugadas y posibilidades antes de mover las fichas. Soy una jugadora de
ajedrez vea la guerra y sus muertes. Hay veces que no puedo hablar porque no
existen las palabras para expresar lo que veo. Nunca te confíes de tu jaque
nunca des por vencido a tu enemigo. De repente tu contrincante mueve una ficha,
todo esta terminado: jaque mate.
Es una jugada que no pudiste prever, un error que desata el
destino. Jaque mate es el final, ya no hay nada que hacer. Todo el ejercito fue
dominado, doblegado. El rey cayo, solo queda rendirse. Ya es demasiado tarde
para todo, hasta la revancha. Jaque mate es el final del juego, de las
esperanzas, de los sueños. Es despertar en medio de un incendio, es el final
del mundo tal cual lo conociste. Jaque mate es el apocalipsis. Es el fin de tu
mundo. Ya no hay donde correr, estas acorralado por tu destino. La reina cayo y
con ella caerán los mundos. El equilibrio del universo se romperá como un
cristal. Veo fuego, veo la ira de los dioses. Veo un mundo de luces que se
apagan. Veo el final.
Capitulo 14 "después de la muerte"
Gopal
Los humanos entienden la existencia como una secuencia de
comienzos y finales: una relación, una comida, un viaje, un día o una persona,
todo para ellos, comienza y termina.
Hay muertes todos los días, finales, y ellos encuentran
belleza en eso. Por ejemplo, les gusta ver el atardecer, el ocaso del día,
porque saben que mañana habrá un nuevo día. Viven en la dulce y melancólica
certeza de que a cada ocaso lo sigue un amanecer, que a todo final lo sucede un
nuevo comienzo, excepto con la muerte. La muerte barre con sus certezas, es un
final sin garantía de recomenzar, es un dolor sin el consuelo de la
continuidad, es un viaje hacia un destino desconocido.
No pueden encontrar belleza en ese ocaso, ni en esa
incertidumbre. Darían todo por que alguien les diera una certeza de que tras la
muerte hay un después.
Aman decir la palabra siempre, les de la ilusión de que
existe el infinito. Todos se preguntan qué habrá después de la muerte, y no
todos, pero algunos, se preguntan, ¿qué había antes de la vida? Antes de la
vida, después de la muerte... son misterios que desvelan a los humanos. La
respuesta es, misterio, eso es lo que hay, antes, durante y después de la vida.
La pregunta vital no es qué es la muerte, sino qué es la
vida, que nos lleva a defenderla y a protegerla con todas las fuerzas. ¿Qué es
esa misteriosa fuerza que nos mueve, que nos convierte en vida que cuida la
vida? ¿Qué es ese misterio de la vida que nos hace celebrarla creando más vida?
Preocupados por el misterio de la muerte, muchos se pierden
el misterio de la vida. Y un día de repente, en el centro de un grupo de
células que se reproducen un pequeñísimo corazón empieza a latir, y lo hará sin
parar durante cada día de su vida. Eso es vida, eso es misterio y eso es
bendición.
¿Qué importa antes? ¿Qué importa después? La vida es ahora,
es presente, está ocurriendo. Es ese enigma que nos mueve, ese descubrir cada
día la experiencia de estar vivos. La vida son esos ojos a través de los cuales
todo se ve cómo si fuera la primera vez.
La muerte es parte de la vida, es decir, parte del misterio,
porque la vida está atravesada por la incógnita. Antes, durante y después de la
vida, todo es un misterio al que sólo podemos abrazarnos y celebrar.