domingo, 16 de noviembre de 2014
Capítulo 15: “El país de los Feacios”
Lo que realmente mueve al mundo no es el dinero o el poder, sino la ilusión. Es la esperanza en todos sus grados de la más simple ilusión a la más compleja utopía la que mueve a la humanidad. Esa ilusión que tu vida puede cambiar que ese cuento de hadas puede ser realidad eso nos hace avanzar. Escribir un libro y poner en su tapa un blogger que contiene adentro como alcanzar sus sueños y ese libro será un best seller.
De eso está hecho básicamente la existencia humana: de sueño, de quimera, de ilusión. Si queres ser un líder amado por tu gente no les des realidades, dale sueños darle ilusion. Dale la dulce mentira de los cuentos. La verdadera naturaleza humana es adicta a la mentira, quieren la mentira, la abrazan. La realidad es un molesto despertador que nos arrancan del sueño.
Lo interesante del sueño en que les gusta vivir es que puede renovarse. Porque siempre es posible vivir en un mundo mejor. Lo mas inmejorable es una realidad, menos se quiere vender una quimera. Para vender sueños de riqueza es precisa la pobreza.
Sé ese rayo de sol en la oscuridad más cerrada y te amarán. Sé ese vaso de agua en la medio de la sequía, esa ilusión en medio de la desesperanza y te seguirán donde quieras llevarlos. Utopía, sueño, quimera, ilusión, eso quieren siempre. Aun cuando te digan que quieran realidad, verdad, solo quieren que nada le perturbe el sueño. Pensalo, pensalo bien, cuando vas a comprar algo ¿de verdad queres que el vendedor te diga la verdad sobre lo que te vende? O ¿queres que te diga que es realmente lo que soñaste?
Quieren vivir en esa ilusión de final feliz, de fin de cuento dorado y serán devotos de quien les cuente ese cuento que quieren escuchar. Tips, consejos, formulas de la felicidad, eso es todo lo que quieren. Una realidad que solo se ve con los ojos cerrados, eso quieren y eso merecen tener.
Las religiones, un ansiolítico, una mentira o una fabula todo les sirve para mantener la ilusión. Finales felices, palabras edulcoradas, jóvenes alegres que cantan y bailan ese es el éxito de holywood y también el del poder. El mundo manjares y del clima perfecto, de sonrisas blancas y de aromas agradables, un mundo de publicidad, a eso aspiran.
No hay ilusión como la del amor, tiene la potencia de mil narcóticos. Tienen sueño, ese mundo de lo imposible, ese mundo del que no existe pero en el que todos quisieran vivir. Esa quimera que deslumbra para siempre, la felicidad como un lugar que se puede llegar, un país en el que se llega y se es feliz para siempre.
Capitulo 16: “Masa crítica”
Cualquier viaje comienza con un paso, y cualquier revolución comienza con un cambio. Nunca subestimes lo pequeño, las grandes epopeyas que cambiaron al mundo comenzaron como pequeños sueños de pequeños hombres.
Nadie puede solo pero ahí donde son millones en un tiempo fueron cientos y antes fueron unos pocos, unos pocos y sus sueños.
Las grandes revoluciones y también los grandes genocidios comenzaron con una pequeña ensoñación, visionario es quien puede imaginar un bosque cuando el árbol es apenas un brote. Revolucionario es aquel que da el primer paso hacia el futuro. Valiente es el que acude sin pensarlo al llamado de la epopeya. Y con visionarios, revolucionarios y valientes es como se cambia el mundo. Un incendio comienza con una chisma y una proeza comienza con un mínimo y pequeño acto de amor.
Los dioses del olimpo destruyeron varias veces a los humanos que habían crearon porque estos eran imperfectos. Cada nueva generación de hombres era superior a la anterior pero aun así imperfecta. También en la Biblia existe el relato de la destrucción del mundo para su reconstrucción. Hubo ciudades destruidas por el diluvio universal, la destrucción de toda la creación que se había corrompido para volver a empezar, para aspirar a un mundo mejor, a un hombre perfecto.
La historia está hecho de ciclos en los que la vida se pudre a si misma, este mundo, esta humanidad llego a la peor corrupción, nada vale, nada importa. Ese es mi lugar en esta historia, yo soy el nuevo Noé el que rescatara al nuevo diluvio a lo mejor de la creación, el que salvará en su arca lo que merezca ser salvado para la creación de su mundo.
El verdadero cambio es sutil, empieza lento, silencioso. Pero lentamente se va volviendo sólido, el que es cambiado pasa a ser el cambio. Cambiar no es solo importante para uno mismo sino que tu cambio contribuirá al cambio de otros. Al principio cambiar es frustrante, incómodo y difícil, como manejar un viejo habito que te enferma. Pero una vez que el cambio ocurrió ya no se vuelve atrás porque lo que cambia es la mirada. Y una vez que pudiste ver ya no se vuelve atrás y ya sos parte del cambio. Sos cambio que ayuda a cambiar, sos conciencia que despierta conciencia. El cambio es contagioso es inspirador. Llega directo a tu corazón, toca tus pensamientos, cambia tu alma. El cambio es esa respuesta que estuviste buscando siempre. Son esos ojos enamorados por lo que siempre quisiste ser cambiado. Y ese cambio, que ayuda a cambiar, esos ojos, que abren otros ojos, se empieza a multiplicarse. El cambio se propaga como un virus saludables. Uno cuantos locos al principio, poco a poco, van haciendo multitud. Mas y mas almas, se van plegando a la nueva conciencia creciendo en numero hasta formar una masa crítica. El salto se produjo, la semilla del cambio produjo sus frutos. El brote se hizo fruto, el quijote solitario hoy es multitud.
Capitulo 17: “El combate de los Dioses”
En su grave rincón los jugadores rigen las lentas piezas, el tablero los demora hasta el alba en su severo ámbito en que se odian dos colores. Adentro irradian mágicos rigores las formas: torres homérica, ligero caballo, armada reina, rey postrero, oblicuo alfil y peores agresores. Cuando los jugadores se hayan ido, cuando el tiempo los haya consumido, ciertamente no habrá cesado el rito. En el oriente se encendió esta guerra cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra, como el otro, este juego es infinito. Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada reina, torre directa y peón ladino sobre lo negro y blanco del camino buscan y libran su batalla armada. No saben que la mano señalada del jugador gobierna su destino, no saben que un rigor adamantino sujeta su albedrío y su jornada. También el jugador es prisionero de otro tablero de negras noches yd e blancos días. Dios mueve al jugador y éste la pieza. ¿Qué Dios? Detrás de Dios la trama empieza de polvo y tiempo, de sueño y agonía.
Lo particular del Combate de los Dioses, es que siendo inmortales ninguno puede morir, entonces ¿Cuándo termina ese combate?
El Combate de los Dioses, la guerra entre el bien y el mal, se viene dando desde el principio de los tiempos. No hay una batalla final en el Combate de los Dioses, la luz siempre se vera amenazada por la oscuridad, y la oscuridad siempre será iluminada por la luz.
No existe para siempre, ni nada permanente, la lucha del alma se da cada día a cada hora en cada decisión. En palabras de Borges, este juego es infinito, y nuestra alma es ese ámbito en que se odian dos colores.
Ningún niño malo ni bueno, se nace tablero de ajedrez que será disputado por ambas fuerzas. Lo único que podemos elegir, es de quién ser Aliados. Podemos elegir ser Aliados de esas fuerzas oscuras, que sólo pretenden nuestra destrucción o podemos pararnos del lado luminoso de la vida.
Hasta el alma más corrompida tiene redención, y aún el alma más pura puede ser corrompida, se ganan batallas pero nunca la guerra, la lucha empieza de nuevo cada día.
Cuidarte y cuidar a los que amás, cuesta tanto trabajo como destruirte a vos mismo y a los demás, es sólo una decisión. Hay que saber perdonar a tus demonios, porque ellos también tienen sus propios combates. Es sólo una decisión lo que hace la diferencia, entre estar en Jaque en la vida o avanzar libre por sus casilleros. Hay que perdonarse por los errores, porque habrá nuevos aciertos. Tener piedad del pasado, porque siempre hay futuro. Hay que saber soltar, porque todo vuelve a vos. Hay que tener los ojos bien abiertos, porque siempre hay algo nuevo para aprender. Hay que dar y darse nuevas oportunidades, porque siempre hay lugar para la redención.
Hay que saber elegir a los Aliados.. Los mejores, son esos a los que podes dejar ir, porque tras su paso dejaron en vos lo mejor de si, su luz, esa que nos extingue, esa que te iluminó una vez y para siempre.
Seres de Luz o Morks Luz, Oscuridad Crueldad o ternura Verdad o mentira Vida o muerte
Nuestra alma estará siempre expuesta a la dualidad, al Combate de los Dioses que no pueden morir.
No pueden morir ni el bien, ni el mal. No pueden morir ni el amor, ni el odio. Ni el coraje, ni el temor ni la gratitud, ni el resentimiento. Ni el amor por uno mismo, ni la autodestrucción. Ni la esperanza, ni el desencanto ni el desamparo, ni la solidaridad.
Blancas y negras siempre estarán ahí, disputándose nuestra alma Aliados y enemigos en un juego infinito Ángeles y demonios hermanos y adversarios.
La vida y la muerte enlazadas en una danza sin fin, dos mundos enfrentados eternamente. No hay forma de liberarse del Combate de los Dioses, se da cada día en tu alma, en tu alma inmortal.
En este combate ineludible, lo único que podemos hacer es saber elegir Aliados.
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